dimecres, 26 d’abril del 2006

Operación NoMasGafas


La semana pasada empezó la quimera: el martes y el miércoles debía someterme a sendas operaciones, una por ojo, con el objetivo de olvidar para siempre las gafas CuloDeBotella que me acompañan desde que tengo memoria. El ojo derecho, el más chungo, con sus 11 dioptriazas, fue el primer atacado. El martes me introdujeron mediante cirugía (o sea, ni láser ni leches, a golpe de bisturí) una lentilla intraocular por debajo o por encima de mi cristalino, aún no me he enterado. Todo perfecto, rápido, indoloro, incoloro e insípido. Salgo de la clínica viendo sorprendentemente bien.

Pero, ay, por la noche me empieza a doler. Mucho. Muchísimo. Mareos. Vómitos. ElFinDelMundo. Llamo a la clínica y me dicen que no me preocupe que es normal. Al mediodía me toca la operación con láser en el ojo izquierdo. Le digo al doctor lo que me pasa y parece que no es tan normal. Me hace nosequé en el ojo derecho y milagrosamente deja de doler y vuelvo a ver bien. Parece que me había subido la tensión intraocular (que es una cosa muy chunga cuando sube). No debería haber pasado, pero en fin, vamos a dejarlo así y esta tarde en la consulta lo volverá a mirar. Me hacen la increíblemente rápida operación de láser en el ojo izquierdo y salgo feliz y viendo bastante bien. Por la tarde muero de dolor en la clínica porque me hace nosequémás en el ojo para asegurarse que la tensión no vuelve a subir. Creo que implica agujeros en la córnea. Ay.

En fin, después de eso todo vuelve a la normalidad y me voy recuperando poco a poco... hasta el domingo por la mañana, cuando vuelve el infierno. Llamo al doctor y me dice que me tome unas pastillas, que apenas me ayudan a pasar el día y la noche sin morirme. El lunes vuelvo a la clínica prácticamente arrastrándome, la cabeza a punto de estallar. Me explica que se teme que ocurre algo extraño que sólo había visto una vez antes: parece que el método que usan para obtener las medidas de la lentilla intraocular no sirve para mi, que el tamaño de mi ojo desde fuera es distinto que por dentro. Por eso la lentilla no se me acomoda bien, sube la tensión intraocular y me estalla la cabeza. Si es que soy rara hasta para eso. Me va a mover entonces mismo la lentilla (eso duele) y por la tarde observará si hay alguna mejora y decidirá qué hacer. No la hay. Así que me informa que al día siguiente me volverán a operar, me quitarán esa lentilla, e intentarán encontrar la que yo necesito para ponérmela en la misma operación.... pero la "casa de las lentes" está cerrada entonces y no sabremos si estará disponible hasta última hora.... tensión! intriga! dolor de barriga!

Al día siguiente llego a la clínica y.... albricias! tienen la lentilla! Así que me vuelven a despachurrar lo que me queda de ojo, sacan el lentillote asesino y meten la lentillita adecuada. Creo que me dolió un poco, pero estaba tan drogada que no recuerdo mucho. Salí de ahí dando tumbos, con una sonrisa idiota y con un parche no tan sexy como el de Daryl Hannah.

Ahora estoy escribiendo esto con un sólo ojo, esta tarde me quitarán el parche y sabré si podemos hacer algo con el jodido ojo o si mejor me pongo una canica.

3 comentaris:

Carla ha dit...

Como que "No tan sexy" ?? hmm tu ets sexy amb un parche pirata i tot!

sole ha dit...

ElFinDelMundo... bestest XD
cuanta peripecia hay que pasar pa no llevar gafas. No te encontraras a ti misma!

Jesus ha dit...

Suerte, yo me opero mañana solo de un ojo. el otro parece no ser necesario.